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Valentín Calderón, Lionel

publicado por: Lionel Valentín Calderón

JAIME CARRERO-RUBEN ARCELAY- Pintor, Caricaturista pepiniano nacido en Añasco. Nació el 8 de agosto del entronque Manuel Valentín Cruz y Raquel Calderón Quiñones. En su cerebro trajo el arte y la palabra, que sepultos e hibernando, en plena niñez y crudos, salieron a la superficie. En la marcha, y a fuego lento, los iría puliendo. Fue el segundo de cuatro: José Manuel, le precedió, Raquel Virginia y Ana María le sucedieron.

Sus estudios ele­mentales e intermedios los realiza en su pue­blo natal, donde a su vez inició sus estudios superiores. Con sigilo, se revolcaban en su mente las ideas rebeldes y revolucionarias. En política y detenido en la intersección de la incertidumbre no lo pensó dos veces para optar por la independencia. Por sus creencias políticas fue expulsado de la Escuela Alcides Figueroa, viéndose forzado a terminar sus estudios superiores en la Escuela Superior Hostos de Mayagüez de donde recibió en 1963 el diploma Magna Cum Laude. Como resultado de su militancia, a sus tiernos once años de edad, un agente de la División de Inteligencia de la Policía de Puerto Rico y el gobierno represivo lo encarpetó, afirmando que representaba un «peligro inminente a la seguridad nacional».

Obtuvo de la Universidad de Puerto Rico un Bachillerato en Humanida­des con una concentración en Bellas Artes y dos me­nores en idiomas y filosofía. Habla inglés, italia­no, español, algo de árabe y francés.

Ejerció como maestro en Santurce, Vega Alta, Lares y Aguadilla. Supervisor de artes visua­les del Departamento de Edu­cación, entonces llamado Instrucción Pública de 1972 a 1978. En 1978 junto a Leopoldo Santiago Lavandero, Rafael Ortiz, Eduardo Bobrén, Gladys Ruiz y Antonio «Chomo» Frontera crean la desaparecida Escuela Téc­nica de Artesanía y Artes Escénicas, preparando el currí­culo de diseño, escenografía, utilería y vestuario, el cual dictó. En 1979 fue director del Programa Vo­cacional del Centro de Estudio y Adiestramiento Ocupacional en Puerta de Tierra, San Juan. Obtuvo una Maestría en arte comercial y diseño de la «Famous Artists School» de Westport, Connecticut, USA. Como caricaturista, en 1974 le dio vida al personaje Filito inspirado en su hijo cuando tenía 6 años, para El Nuevo Día bajo el seudónimo de Lenoil. Se introdujo en Filito para criticar y ajusticiar a religiosos, legisladores, políticos y otros entes, que con sus actos y decires manipulaban el tránsito social de las ideas. Insatisfecho, atacó la homosexualidad, la prostitución, los anticonceptivos, el celibato y una escuela en picada. En 1989, la amenaza subliminal de un alto prelado Católico, puso fin a los 15 años de Filito. El «Editors Press Service» sindicalizó esa tirilla en 1976, – el único puertorriqueño en toda la historia en lograrlo– publicándose la misma en países de habla hispana y Latinoamérica. Filito fue prohibido por Decreto Presidencial en dos países de América Latina, llegó finalista en el Primer Certamen de Humorismo Mundial celebrado por el Population Institute de las Naciones Unidas en 1976, lo que sirvió de trampolín a que sus caricaturas fueran traducidas al inglés y al francés. De Filito, el Dr. Antonio J. Molina, crítico de arte dijo: «Filito, el agridulce muñequito, creación de Lionel Valentín, artista de bien cimentado prestigio, fustiga los males sociales con cinismo certero y contundente.» Ha creado otros personajes y tirillas: «Guanabaná» publicada por el desaparecido «El Mundo», «Sneaky» el Nuevo Día «Merlin», «Yellow Stone», de publicación ocasional en diarios de la Gran Urbe, e «Ito Corrupt» que no tiene semejanza alguna con algún político corrupto. También es el creador de dos pane­les: «La felicidad es ...» y «El jíbaro dice». Ilustró la vida de Jesús para el periódico El Visi­tante. Fue director del periódico La Democracia y de la re­vista La Única en Río Piedras. Ha producido numerosos carte­les, portadas de libros y cará­tulas de discos, a parte de haber creado la escenografía para una docena de obras teatrales. Ha pintado re­tratos de puertorriqueños, siendo miembro de la American Portraits Artists Association, aunque es su preferencia los bodegones y los paisaje. Se calcula en unos cincuenta cuadros su producción artística. Fungió como profesor de Historia del Arte en el Caribbean Junior College, hoy Caribbean University.

Ha publicado La realidad del Arte en Puerto Rico, 1969; Filito at Large, 1974; Filito, El Libro, 1982; Diccionario de la Lengua Mechada, 1999; Vida de Jesús, 2001; Sancocho Cristiano, Tomo I, 2005; Sancocho Cristiano, Tomo II, 2005; Sancocho Cristiano, Tomo III, 2005; Sancocho Cristiano, Tomo IV, 2005; Vida de Jesús: Un Evangelio Armonizado, Tomo I, 2008; Vida de Jesús: Un Evangelio Armonizado Tomo II, 2008; Bendiciones Cristianas 2008.

Por influencias, y otras razones, bajó los peldaños hacia el sótano de las tabernas, donde se consume la linfa que marea. Salió de aquella escuela de humo, música, risas y chistes, al percibir que la vida se le estaba yendo a cámara lenta. En San Sebastián, ya transfigurado, casó nuevamente con Luz Brunilda Acevedo. Dos vástagos son su orgullo, Lionel y Marcel Manuel. Su único nieto, Lionel Francisco Valentin Rivera es su inspiración y maestro. Afirma haber aprendido demasiado de las charlas con su nieto sentado en sus rodillas.

Trabaja como artista comercial, ade­más de ser considerado un experto en fotografía, caligrafía y arte computarizado. Diseña páginas para la Web. Fundó en 1995 el periódico Comercio. Dicta clases y conferencias en torno a la pintura.

Afirma en su biografía Jaime Carrero que: «De un ateísmo con bases insólidas, pidió a Dios un milagro, que aunque no era para él, lo recibió. Sólido como el granito se uniformó para servirle a Jesús. El hombre serio, difícil, y humorista nato, escribió para el Señor.»

Sus trabajos han sido premiados tanto a nivel nacional como internacional, mas afirma y citamos que: «ningún título, ni ningún premio ha sido de tanto significado para mí, como el otorgado por Jesucristo, a quien predico y testifico dándome derecho a ser llamado Hijo de Dios por medio de Su Sangre.

El historiador añasqueño Jaime Carrero le cita en una de sus biografías: «luego de llegar a la cúspide de la pirámide del éxito donde me encontré con el pugilato de los mogotes, caí de bruces descendiendo a las escenas dantescas de la Divina Comedia pero subiendo los peldaños del sacrificio llegué a la superficie. Hoy estoy en camino de nuevamente conquistar la pirámide del éxito, pero esta vez en el tope está Dios; sé hacia donde voy».

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