La típica imagen de los vendedores de quincallas en San Sebastián de las Vegas del Pepino es cosa del pasado en nuestra historia de pueblo. Quincallas se refiere a aquellos artículos que podemos adquirir a precios muy bajos. Rafael Rodríguez Arce, conocido por Gangui, ha dedicado largos años a éste humilde oficio, muchas veces acompañado de su esposa. Allí, en la Calle Luis Muñoz Rivera, frente a la Farmacia Central, llega temprano en la mañana en su auto, saca una larga mesa de metal plegadiza sobre la que coloca una variedad de artículos para la venta.
No puede faltar la enorme sombrilla para así protejerse del sol. En las quincallas se pueden conseguir; sombreros, gafas de sol, juguetes, relojes, hilos de tejer, e.c.t. Se sabe que ya en los años '40 habían muchos quincalleros al costado de la iglesia católica. Los veíamos en la Calle Segundo Ruíz Belvis pero en mayor cantidad en la Calle Luis Muñoz Rivera. Desde el frente de la antigua Casa de Doña Bisa hasta la Farmacia Central. Esas inolvidables escenas son cosa del pasado. Muchos de éstos comerciantes se han retirado debido a su edad, problemas de salud y porque las ventas no son las mismas de antes. El último quincallero de nuestro centro urbano, Rafael Rodríguez Arce- Gangui- es uno de esos personajes que se supo ganar el cariño y patrocinio de su gente por muchos años.
Últimamente ya no lo vemos a diario con su quincalla como de costumbre. Va uno o dos días durante la semana y por un rato en la mañana. Los tiempos cambian y con el pasar de los años van desapareciendo aquellas costumbres y tradiciones. Solo nos va quedando los recuerdos y la nostalgia de un ayer en San Sebastián de las Vegas del Pepino.