Logo Pepino

Paseo 24 de septiembre

publicado por: Lionel Valentín Calderón

Ché Paralittici- Paseo 24 de septiembre, constituye una obra de dualidad de propósito: un gesto de reinvindicación histórica y el impulso creador hacia la reforma y el mejoramiento de nuestra zona urnaba.

Existen muchos mitos populares con relación a la participación pepiniana en el Grito de Lares que, indiscutiblemente; hay que comenzar a eliminar. En primera instancia se hace imperativo establecer que los pepinianos fueron parte valiosísima dentro de todo el plan de sublevación para que se lograra la independencia de Puerto Rico bajo el régimen colonial español en el Siglo XIX. Además los pepinianos demostraron gran gallardía revolucionaria durante y después de la lucha desatada en el pueblo del Pepino ese recordado 24 de septiembre de 1868.

Cuando los revolucionarios recibieron la orden de retirada, luego de aceptar que les sería imposible por el momento tomar el pueblo, el pepiniano Venancio Román quedó atrapado ante el fuego de las milicias españolas. En vez de rendirse y dejarse apresar decidió batirse con el enemigo y dejar la siguiente frase para la historia: “yo he venido a pelear, no he venido a huir... ¡Viva la libertad de Puerto Rico!

Otro pepiniano, Casto Santiago, también murió en la batalla desarrollada en la plaza. Como resultado de los hechos del Grito murieron en combate cuatro revolucionarios, seis heridos y siete prisioneros.

La situación no fue tan sencilla. El gobierno español desató una incansable persecución contra todo aquel que partició en el Grito, arrojando un saldo de cuatro muertes adicionales y 551 encarcelamientos.

No hubo compasión con los prisioneros. Algunos fueron torturados y vejados, otros, a consecuencia de un discriminado hacinamiento, murieron de fiebre amarilla. El número sobrepasa los 80. Sin embargo, algunos datos históricos arrojaran una cifra mayor de la centena. Este hecho no puede pasar desapercibido ya que arroja que es el Grito de Lares la razón política que más muertes ha causado directamente en suelo patrio.

El régimen español en Puerto Rico estaba decidido a eliminar todo vestigio revolucionario. Siguiendo esta misión penetró cuanto rincón le creaba sospecha. Es así que deciden invadir el hogar de los Méndez en el barrio Hato Arriba. Se topan con la esposa de Francisco José Méndez quien Junto a sus hijos estaba comprometido con la lucha de la independencia puertorrigueña. Doña Ana Martínez Pumarejo les respondio tácitamente: “Mi esposo y mis hijos están en la revolución; búsquenlos allí ya que no pueden hallarlos en las faldas de las mujeres”.

Este valor y compromiso pepiniano hacia la revolución puertorriqueña no fue nada fortuito ni extempóreo. Documentos oficiales del régimen español ubican a Pepino como uno de los principales pueblos de la zona oeste donde desde años antes del Grito ya se estaba conflagrando para hacer la revolución. En Pepino, además de arengarse para la libertad patria también se fabricaban balas, labor que le correspondió a José Tirado Extremera, y se fundó una de las más importantes Juntas Revolucionarias.

Evidencia de la participación pepiniana son las estadísticas de los arrestados vinculados a la gesta, el ocho por ciento de éstos residían en Pepino, cifra sólo superada por el 31 de los lareños y el 29 por ciento de los mayagüezanos. Sin embargo, el por ciento mayor de los arrestados había nacido en Pepino, cantidad que superó a Mayagüez y Lares.

Publicaciones Recientes

No conocer el pasado es ser incesantemente irresponsable con quienes forjar nuestro presente; no dar a conocer el presente es ser incesantemente niños cin nuestras generaciones futuras.
Hecho con usando la tecnologia de SS del Pepino por Webdedicado