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Chino y María Bohemia

publicado por: Lionel Valentín Calderón

No es ajeno a nuestra experiencia pueblerina ver llegar a un ciudadano de otro pueblo o país que echa raíces en esta patria chica. Y si este ciudadano posee cierta sensibilidad artística prontamente percibe que éste es el lugar destinado a anidar su talento, al rescoldo del calor humano de nuestra gente. La cuna de Mislán, Ramón María Torres, Sophy, Margarita, Scharrón, Acosta y tantos otros poetas, compositores y músicos, posee "pan de azúcar" para el que gusta de la bohemia, la canción, el romance y la poesía.

Tal es el caso de Ricardo Reyes Ruiz, conocido por Chino, quien llegó al Pepino por razones de trabajo en la ya fugitiva fábrica Avon Lomalinda. En ese entonces, se integra al ambiente artístico y bohemio de tríos, serenatas y actividades culturales. Echa raíces, cultiva amistades y relaciones, se enamora de nuestro verdor, de nuestra gente y con su natural desprendimiento aporta su talento de guitarrista y cantante. Circunstancias le llevan a salir del pueblo, pero pronto regresa y se amarra a esta tierra. No deja de asistir a nuestras fiestas de pueblo y es en una de ellas, el Festival de la Novilla de 2003, que el destino le lleva a conocer a María.

María Amalia Parés Martínez llegó al Pepino con su compañero de trabajo, Rubén Ruiz Ellis para ver el Festival. Previo al desfile, es presentada a Chino por Charlie Jiménez. Chino participó junto a Joito Alayón y otros músicos en una comparsa alusiva a las serenatas. Antes de terminar el desfile, Chino se baja de la comparsa para reunirse nuevamente con María. De ahí en adelante caminan juntos por la vida.

Pero el junte artístico de estos amigos ocurre meses después de casados. Cierto día, mientras María hacía las labores de la casa y cantaba, Chino la escucha asombrado de su voz, deja lo que estaba haciendo para tomar su guitarra y acompañarla. María nunca había cantado en público ni tomado clase de música o canto. Pero el oído musical de Chino apostó al talento interpretativo de María. Decidieron iniciar así un proceso de preparación para presentarse profesionalmente en algunas actividades. Tenemos que aclarar que la inexperiencia de María se complementa con la experiencia musical de Chino, cuyo padre y hermanos son músicos profesionales. Desde muy joven partlclpó en tunas, tríos y bandas escolares. Como guitarrista, Chino toca los acordes con gran naturalidad, domina todos los tonos y secuencia. Para la Profesora Hildita Serrano, Chino posee el oído musical privilegiado que tenía el fenecido guitarrista Jim Pérez.

En el 2004, esta pareja se presenta en actividades familiares, bodas, cumpleaños y aniversarios bajo el nombre artístico de Chino y María Bohemia. Recorren toda la Isla cantando en hoteles, restaurantes o actividades especiales. Durante los años 2005 y 2006 tuvieron una excelente temporada en Hacienda El Jibarito.

En opinión de la Profesora Serrano, el excelente acoplamiento de sus voces, su estilo romántico y sus técnicas son los elementos que les han ganado el reconocimiento de su público. La personalidad carismática de María, su simpatía natural junto a la cadencia de su voz se combina con la impecable ejecución del guitarrista.

Su repertorio es variado, mayormente romántico pero también incorporan música bailable: guarachas, pasodobles y merengues clásicos. Estudian a su público para saber qué cantar. Incluyen canciones que ya no se oyen mucho. Cantan a dúo y también María lo hace como solista. Recientemente fueron invitados a participar en el programa de Pijuán en el Canal 13, Con la música por dentro. A partir de esta presentación se multiplican sus compromisos artísticos.

Tanto Chino como María sienten un gran cariño y admiración por uno de los grandes intérpretes que ha dado nuestra patria: Paquitín Soto. La primera vez que María escuchó la voz de Paquitín quedó fascinada y quiso incluir canciones del cantante en su repertorio. En ocasión que Paquitín se presentó en Bellas Artes, la pareja tomó la iniciativa de ir a verle a su camerino y expresarle su admiración. Ahí se gestó el comienzo de una gran amistad. En ocasión que asuntos de trabajo les llevó a Nueva York, fueron invitados a quedarse en la casa del artista y "cantamos informalmente, cantamos, cantamos y cantamos durante dos días sin salir a recorrer la ciudad, él ha sido nuestro padrino artístico y fue quien llamó a Pijuán para que nos invitara a su programa".

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